La Municipalidad de Lautaro y el Centro la Concepción de Lautaro dan inicio a Programa de Asistencia Empresarial, apoyado por alumnos en práctica. Dicho centro busca ser un espacio de práctica y aprendizaje de alumnos de diferentes universidades de la región, quienes tendrán la oportunidad de vincularse directamente con empresarios y emprendedores locales, apoyándolos en sus diversas iniciativas. Será coordinado por Mirta Durán, encargada de Fomento Productivo y actualmente cuenta con 4 alumnos en práctica.
David Vergara, Claudia Krebs y Babiera Martinez estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad de la Frontera, quienes trabajaran asesorando la elaboración de Planes de Negocios de reconocidos empresarios locales, asi como ejecutando un programa de apoyo de capacitación para emprendedores locales; Héctor Ibañez, alumno de antropología de la Universidad Católica de Temuco, quien elaborará un catastro de iniciativas turísticas de la comuna.
El programa busca asistencia técnica para la micro y pequeña empresa formal de la comuna de Lautaro; y estrechar la relación entre Universidades Regionales y las realidades locales, permitiendo que alumnos y empresarios puedan realizar procesos de aprendizaje conjunto.
Contara con una oficina en el Centro la Concepción de Lautaro, aprovechando además la infraestructura e implementación en TICs del Centro, y se vinculará con los diversos programas municipales dedicados al Desarrollo Económico.
El sistema penitenciario chileno vive desde hace unos años una serie de problemas entre los cuales destacan las condiciones de vida al interior de una prisión, que suelen ser siempre difíciles, no sólo para quienes en ellas están recluidos o recluidas, sino también para los funcionarios. La privación de libertad, vivida en forma colectiva en un medio por definición antisocial, genera comportamientos y actitudes funcionales al período de detención que dificultan significativamente la reinserción al momento del egreso. Cuando a esa característica inevitable de la reclusión se suman las consecuencias del hacinamiento, esas actitudes y comportamientos son aún más difíciles de cambiar, lo que hace mucho más probable y casi inevitable un irreversible "contagio criminógeno", es decir, la adopción por parte de quienes han estado recluidos de normas y valores propios de la cultura delincuencial.
